Un lunes aburrido, fui a hacerme una radiografía de pulmón para unos exámenes de rutina. Esta vez tenía los tickets pagados así que no hice cola. Pero las colas para las cajas del CASMU viboreaban por la planta baja, en una especie de orden aparentemente caótico. La gente -salvo algunos que resoplaban con aspecto furibundo y exhibían su enojo- tenía aire de resignación, hacía bromas al respecto. Los uruguayos somos pacientes, a veces demasiado, y miramos con reserva más bien distante cuando alguien protesta, y en general nos cae peor si protesta en voz alta. Al final, todos estamos en la misma. No es la señora gritona la única que tiene que llegar temprano a su trabajo.
Lo único divertido de ese día fue recorrer zapaterías y probarme miles de zapatos.
Etiquetas: marzo
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