Santalu. Se volaba todo, soplaba un viento del sureste que parecía de 80 nudos por lo menos. No se podía salir con un paraguas –abierto, offffcors- porque seguro llegabas a Montevideo en 10 minutos, sin exagerar. Posta. Marce e Yvo se quedaron a almorzar con nosotros.
Volvimos a Montevideo de tardecita. Ya no había tanto viento.
Etiquetas: marzo
Suscribirse a
Entradas [Atom]
Publicar un comentario