04 de abril 09, sábado.
Salimos bastante temprano para Rocha, con escala programada en Santalu; llevábamos a Paca para que pasara una Santa Semana en la playa ella también, que le encanta. La dejamos y seguimos rumbo a Punta del Diablo, Rocha. El Peugeot de Ju empezó a fallar unos kilómetros antes de la entrada a punta del Diablo, pero llegamos sin mayores problemas hasta que en el camino de arena, rumbo a la Playa de la Viuda, donde habían alquilado la casa, Ju tuvo que frenar porque venía otro coche en sentido contrario, y el auto se apagó y no quiso arrancar más. Bajón. Es un problema eléctrico, fue el diagnóstico. ¿Electricista en Punta del Diablo, en plena Semana Santa? Ni soñar. Ju llamó a Quique, un amigo que vive allí todo el año. Llegó Quique y confirmó el diagnóstico. Pero, ¿electricista en Punta del Diablo, en plena Semana Santa? Ni soñar. Puede ser que en el Chuy haya un electricista, si no fue a turistear. Mientras decidían la estrategia, Ju le dio arranque y el auto arrancó como si nada, y llegamos a lo de Cori. El auto quedó estacionado en el garage, a la espera. De algo.
Con Ju fuimos al pueblo, está horrible. Sucio, amontonado. Tengo el recuerdo de Punta del Diablo pueblito de pescadores.
Cenamos camarones al ajillo y después un risotto de camarones. Deli, deli, deli.









































Etiquetas: abril
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