Tuve uno de esos días mareados, no dejé de dar vueltas y más vueltas. Fui al CASMU, también al médico, y a ver un apartamento en la bici y se me salió la cadena y tuve que arreglarla y me quedaron las manos negras de aceite de la cadena. Un embole. Después de ver el apartamento, que era oscuro, interior, con vidrios esmerilados, y el corredor que llegaba al fondo estaba recubierto por un sospechoso lambriz de madera pintado de blanco, que me hizo pensar sagazmente que debajo estaba lleno de humedades (¿helhumanos?). Después me fui a
Etiquetas: marzo
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