Me levanté mal. Seguí mal durante todo el día. Capaz que lo que me hace mal son las obras dentro de la casa. O pensar en lo que va a ser el polvo volando por todos los rincones. Me cuesta encarar los arreglos. Necesitaría picar toda la pared del patio de la claraboya, y la del hall de entrada, pero no encaro. Hace dos años arreglamos el baño chico, el que está afuera, al lado de la cocina, quedó super lindo. También hubo que hacer desagües, sanitaria, pozos de no sé qué. A la semana, ya odiaba a los hombres que venían a trabajar. Odio total, no podía verlos.

Marcelo y Ale tiraron la pared de la cocina. Taponé todas las rendijas con toallas o sábanas para que se filtrara la menor cantidad posible de polvo. Funcionó bastante bien. El caos durará una semana, supongo. Todavía no me pasaron el presupuesto de la mesada y las piletas y los placares.

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