Hoy vinieron todos. Hasta la gente que arregla la claraboya. Menos Gloria, que no le tocaba. Como no viene desde el jueves pasado, esta casa es puro polvo. Ya no queda un lugar limpio, bue, mi dormitorio. Maso.
De tardecita vino Lautaro y me sumergió más en el caos, pero contenta, no me ahogué, me hizo morir de risa.
Etiquetas: junio
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