La máquina no se encendió. Otra vez. Mierda, hago algo mal. Gran parte de la tarde estuve intentando encenderla hasta que al final lo logré. Creo que aprieto algo que la deja hibernando y después no sé sacarla. Gran malhumor. Hablaba sola, bueno, le hablaba a la máquina. Y ella tenía que bancarme, pero no respondió nada, simplemente se encendió, mucho rato después.
Me contó Marce que hoy descubrieron que Lauta tenía una espina en un pie. Coitado! Por eso lloraba ayer.
Recuperé la cámara de fotos.
Ju se fue a Porto Alegre.
Etiquetas: junio
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