Vino Javier por cuatro días. Quedamos en verlo de noche en lo de Cori. Yo no debería haber salido, ya que me había quedado todo el día encerrada frente a la estufa. Pero no quise dejar de estar un rato con Javo antes de que se volviera a España. Coitado. Así que fui, y a la vuelta me sentí peor. Por suerte estos resfríos no me dan fiebre, eso es feo. Dormí horrible, transpiré, me destapé, me dio frío, me tapé, transpiré, me destapé… Una noche de mierda.
Etiquetas: junio
Suscribirse a
Entradas [Atom]
Publicar un comentario