Tuve unos sueños muy raros, una mujer a la que yo conocía –en el sueño- me alquilaba parte de mi casa, que estaba en una especie de balneario, frente al mar. Me costó despertarme, me costó un esfuerzo, porque me gustaba el lugar del sueño y me quería quedar ahí, además estaba segura de reconocerlo, de que era un lugar donde yo alguna vez había estado. Y también la gente, era como que ya la conocía. Aunque ellos no me reconocían a mí.
Al final me levanté con pena, pero pude recordar el sueño, y volver a él de a ratos durante el día. Empezamos con total entrega (¿?) a dedicarnos a la organización de Imix Dragón Rojo. No es fácil. Pero el menú quedó buenísimo, y estamos haciendo algunas compras de elementos que nos eran super necesarios.
Etiquetas: julio
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