Como el 25 de agosto es feriado, decidimos tomarnos un fin de semana largo. El lunes no cocinamos. Yo tenía intenciones de ir los cuatro días a Santalú, pero Ju llegó de Porto Alegre medio resfriado y prefirió quedarse en Montevideo. Como me había mentalizado para irme, casi se me pasa la hora del taller de filosofía. Dejé todo lo que estaba haciendo y salí volando hacia lo de Annabel. Llegué tarde, pero pude enganchar en el fluír.
Etiquetas: agosto
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