Llegó Graciela de noche, a eso de las 21:30, cuando fui a sacar fotos, mi batería estaba descargada. Nos sentamos en la cocina, charlamos, nos contó de Ale y Betania, que llegaron bárbaro y estaban super contentos en Buenos Aires. Comimos pizzas –hechas por mí- y nos fuimos a dormir.
Etiquetas: diciembre
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